25/03/2022 | 06:00
A estas alturas no sabemos qué películas ganarán los Óscar de Hollywood que se otorgarán la madrugada del 28 de marzo. Pero sí que sabemos qué películas no recibirán ningún galardón. Entre ellas, algunas obras artísticamente destacadas que han abordado problemáticas del pasado y del presente. Ha sido un buen año para el cine con sensibilidad social en nuestro país, como quedó patente en la última ceremonia de los premios Gaudí del cine catalán, con los triunfos de Sis dies corrents, de Neus Ballús, y Libertad, de Clara Roquet. También hemos visto a nombres importantes del cine mundial, como Kiyoshi Kurosawa o Paul Schrader, hacer un uso diferenciado y muy contenido de los recursos del thriller o del cine negro para recordar las vergüenzas de sus países de origen. O a Céline Sciamma (Retrato de una mujer en llamas) apostar por la ternura en una deliciosa aproximación al mundo infantil.
Así que hagamos un poco de memoria mediante una pequeña lista de obras destacadas del año cinematográfico con sentido crítico que no se mencionarán en el Dolby Theatre de Hollywood.
‘Spy no tsuma’ (‘La mujer del espía’)
Dirección: Kiyoshi Kurosawa. Nacionalidad: Japón. Disponibilidad: visionado en línea (Filmin, Movistar +), alquiler/venta de archivos digitales (Amazon, Apple TV, Google Play, Rakuten), ediciones videográficas en soportes Blu-ray y DVD.
Kiyoshi Kurosawa lleva unas cuantas décadas desafiando las barreras que se supone que separan el cine de autor del cine comercial. Se dedicó al thriller erótico, fue un esteta del terror japonés del cambio de siglo con la maravillosa Pulse y, en su madurez, es capaz de convertir un proyecto televisivo como La mujer del espía en una pequeña obra de arte, donde la fotografía digital más moderna convive con un diseño de producción artesanísimo. El film nos traslada a un Japón inmerso en la II Guerra Mundial. Trata de una mujer trastornada por la posibilidad de que su marido tenga una amante o, peor todavía, de que sea un traidor a la patria.
Kurosawa va desarrollando el conflicto matrimonial y su trasfondo cultural y político. La narración está concebida desde una mirada incómodamente autocrítica hacia el pasado bélico nacional: lejos del talante autocompasivo de otras miradas propuestas desde el Japón fílmico, se señalan los experimentos con armas bacteriológicas llevados a cabo por el imperio nipón en su conquista del Pacífico. El resultado es elegante y contenido, un ejemplo de obra que se distancia de la inflación adrenalínica del thriller para explorar una tensión sostenida que no requiere de escenas de acción aparatosa.
‘Petite maman’
Dirección: Céline Sciamma. Nacionalidad: Francia. Disponibilidad: visionado en línea (Filmin, Movistar +), alquiler/venta de archivos digitales (Amazon, Apple TV, Google Play).
Petite maman es un cuento dramático que trata de la mortalidad, del luto, de los vínculos afectivos y de la evidencia que todos hemos sido niños. La pequeña Nelly y su madre están trastornadas por la muerte de la abuela. Y tienen que afrontar el impacto emocional de ir a la vieja casa familiar. En el bosque de los alrededores, Nelly encontrará un espacio de juego y una compañera con quién compartir el trance y con quién explorar complicidades. Este descubrimiento tendrá algo de mágico.
La nueva película de Céline Sciamma (Retrato de una mujer en llamas) ha sido una de las sensaciones del año cinematográfico para la crítica especializada catalana, pero ha quedado fuera de la carrera de los Óscar (y también de los premios César otorgados por la academia francesa del cine). Quizás no es la opción más evidente para una lista de películas sociales o políticas, pero rompemos una lanza en su favor. Y reivindicamos que la ternura puede ser contrahegemónica. Sobre todo cuando no viene envuelta de peluches susceptibles de convertirse en merchandising, sino que se fundamenta en una observación sensible del mundo infantil, del trabajo actoral y de la capacidad de juego de dos niñas.
‘All Light, Everywhere’ (‘Luz por todas partes’)
Dirección: Theo Anthony. Nacionalidad: Estados Unidos. Disponibilidad: visionado en línea (Filmin).
All Light, Everywhere (Luz por todas partes) alterna dos películas posibles. Por un lado, es un documental observacional que lleva su realizador a visitar las instalaciones de Axon Enterprise, fabricante de las pistolas eléctricas Taser, y a grabar un taller de formación que la misma marca imparte a los cuerpos policiales sobre el uso de la equipación que les proporciona. Es, también, un bello ensayo fílmico que repasa los intentos humanos de mecanizar la percepción del mundo y de los astros, de capturar la realidad de manera objetiva.
Ambas líneas de trabajo convergen a través de la mirada de Anthony. Sin optar por el grito airado, y siempre priorizando la indagación por encima de la indignación, el realizador afirma que estos intentos han sido quiméricos. All Light, Everywhere nos recuerda que las tecnologías suelen diseñarse con intereses concretos, que no son neutrales ni objetivas como sueñan aquellos que piden que nos gobiernen los robots. La sociedad de la videovigilancia y de la obsesión por la seguridad estaría fundamentada en un tecno-optimismo falaz… e inquietante. Solo hay que oír un discurso supuestamente tranquilizador, y en realidad muy perturbador, de un portavoz de Axon.
‘The Card Counter’ (‘El contador de cartas’)
Dirección: Paul Schrader. Nacionalidad: Estados Unidos. Disponibilidad: no disponible actualmente.
Un antiguo torturador de la guerra contra el terrorismo se autocastiga con una vida sin vínculos emocionales. Vive una gira permanente por los casinos estadounidenses en la busca de pequeñas ganancias en las tablas de blackjack. La aparición del hijo de un antiguo compañero de armas que se suicidó hará que se replantee la posibilidad de redimirse. Aunque considere que sus acciones en Irak fueron imperdonables, ¿tomar el joven a su cargo haría que la vida adquiriera cierto sentido?
Paul Schader, guionista de Taxi driver y director de Hardcore, un mundo oculto, es un histórico del Hollywood de los años setenta. Después de algunos años ejecutando proyectos problemáticos o poco difundidos, volvió a despuntar con El reverendo. En aquel film, reflejaba la crisis de salud y fe de un pastor que se siente tentado de recurrir a la violencia en defensa de la causa ambientalista. El contador de cartas lleva a cabo una apuesta similar por la solemnidad, la gravedad y la sequedad narrativa. El resultado es un antithriller que vampiriza los espacios del cine negro estadounidense para explorar el peso de la culpa, las cicatrices de la war on terror y el vacío de vivir en unos impersonales espacios de tránsito donde alimentarse de las migajas del capitalismo.
‘Sis dies corrents’
Dirección: Neus Ballús. Nacionalidad: España. Disponibilidad: exhibición en cines.
Un hombre marroquí es convocado para una semana laboral a prueba en una empresa de fontanería, donde tiene que sustituir un empleado veterano que se jubila. Moha tendrá que afrontar que un compañero intente boicotearlo por una mezcla de xenofobia, de rechazo a los cambios, de frustración, miedos y autodesprecio mal digerido que proyecta hacia los otros. Los días de prueba, salpicados de momentos desconcertantes y ridículos, se convertirán en una tortura cotidiana a causa de las pequeñas trampas y el humor corrosivo de Valero.
Neus Ballús (La plaga) ha construido su nuevo film con herramientas habituales del documental de creación: los actores protagonistas son fontaneros auténticos que nutren con sus experiencias a los personajes que interpretan. Otros proyectos que han empleado esta metodología han incluido dosis de humor, pero Ballús ha modelado su historia en forma de comedia. El resultado es divertido, pero también agridulce. Y estimula las reflexiones potencialmente incómodas. ¿Por qué nos reímos de alguien? ¿Con quién lo hacemos (o de quién lo hacemos)? La autora aborda realidades complejas y asume que es imposible que un conflicto de convivencia tan profundo como el derivado de la xenofobia se solucione rápidamente. Resta el consuelo potencialmente fructífero de las pequeñas evoluciones individuales y de los acuerdos puntuales entre personas.
‘Pleasure’
Dirección: Ninja Thyberg. Nacionalidad: Francia-Suecia-Holanda. Disponibilidad: visionado en línea (Filmin, Movistar +), alquiler/venta de archivos digitales (Amazon, Apple TV, Google Play, Rakuten), ediciones videográficas en soportes Blu-ray y DVD.
Una chica sueca viaja a los Estados Unidos movida por la ambición de convertirse en una estrella de la pornografía. Por el camino, se encontrará con compañeros empáticos, con profesionales que funcionan con piloto automático y también con personas terribles. Pero la picadora de carne y psiques de la industria siempre le pedirá más: más dureza mental, más rodajes de prácticas más extremas…
La realizadora Ninja Thyberg se acerca a un sueño americano contemporáneo: el que intentan jóvenes acabadas de salir de la adolescencia que compiten por los limitados lugares de fama y fortuna que reserva el audiovisual pornográfico. La directora opta por una estética arriesgada, que mira de traducir en imágenes los bloqueos emocionales o los ataques de ansiedad, y que comenta el relato a través de una banda sonora llena de contrastes. Thyberg afirma que se ha inspirado en anécdotas reales para escenificar varias situaciones chocantes, o muy evidentemente degradantes, que tienen lugar en los rodajes. Pleasure, no obstante, va más allá de este mundo en concreto. También escenifica la enorme distancia entre la realidad y el simulacro difundido a través de unas redes sociales que se han convertido en herramienta perfecta de mercantilización de todo aquello que se puede mercantilizar de nuestras vidas.
‘Libertad’
Dirección: Clara Roquet. Nacionalidad: España. Disponibilidad: alquiler/venta de archivos digitales (Amazon, Rakuten).
Una familia pasa unas vacaciones en la casa costera de la abuela enferma de Alzheimer. La irrupción de la hija de la empleada doméstica (que da título a la película) hará que la protagonista, Nora, una joven que afronta la adolescencia, empiece a ser consciente de unas relaciones de poder y de clase que había naturalizado y, a la vez, minimizado. Nora ya no podrá creer que la criada es “una más de la familia”.
La guionista Clara Roquet (10.000 KM) ha debutado en la dirección de largometrajes con este sensible drama de personajes vertebrado por una serie de preocupaciones temáticas. Lo que podría haber sido un cuento de flirteos y amistades de verano, a la manera de los films de Éric Rohmer (Pauline à la plage), incorpora otras connotaciones. Las desazones de los adolescentes adquieren un fuerte componente social. Gracias a Libertad, Nora empezará a abrirse a otro mundo más allá de la burbuja de la familia nuclear, pero tendrá que convivir con el peso de haber perdido cierta inocencia de clase.
‘A hero’ (‘Un héroe’)
Dirección: Asghar Farhadi. Nacionalidad: Irán. Disponibilidad: exhibición en cines.
Un hombre iraní está en prisión por un préstamo impagado. Cuando su pareja encuentra una bolsa con monedas de oro, los dos ven la oportunidad de llegar a un acuerdo con el acreedor para que salga de la prisión. Como las negociaciones no están fructificando, y quedarse con un patrimonio que no es suyo le genera sentimientos de culpa, Rahim decide poner anuncios para devolver la bolsa a su propietario. El gesto le convertirá en una pequeña estrella mediática que tendrá que afrontar los correspondientes cuestionamientos y escrutinios.
Ganador de dos premios Óscar con Nader y Simin, una separación y El viajante, Asghar Farhadi vuelve a demostrar su astucia como narrador. Cultiva un drama social intenso, que relata un asfixiante vía crucis y emociona casi como un thriller. El autor cuestiona algunos marcos legislativos (como las duras leyes de morosidad) y algunas dinámicas de su país, pero rehúye un choque frontal que lo podría empujar a la marginalidad o al exilio. En esta ocasión, el cineasta retrata un hombre que hace equilibrios, que dice medias verdades o mentiras, empujado por su fragilidad como persona aplastada por el estigma de la prisión… y por la deuda como lastre que socava la soberanía individual.
‘La Nuée’ (‘La nube’)
Dirección: Just Philippot. Nacionalidad: Francia. Disponibilidad: visionado en línea (Movistar +).
Una mujer con dos hijos a cargo ha invertido sus escasos recursos económicos en una granja de saltamontes destinados a convertirse en pienso para consumo animal. Cuando está a punto de arruinarse, descubre que el negocio no solo requiere su sudor y sus lágrimas, sino que reclama, literalmente, su sangre. Los dioses del emprendimiento son crueles y requieren de sacrificios.
Si cierto capitalismo parece emperrado en atizar nuestra desconfianza y en afirmar que estamos rodeados de monstruos, el realizador Just Philippot firma un film que trabaja la idea que el monstruo quizás somos nosotros cuando trabajamos dentro de las coordenadas del capitalismo. La nube es, en esencia, un drama social que integra, de manera bastante natural y sobria, algunos elementos fantásticos. Esta inoculación de fantasía propicia la inclusión de escenas puntuales de estallido terrorífico con imágenes sobrecogedoras: cuerpos devastados por el ánimo de lucro y metáforas visuales sobre la necesidad de dinero entendida como una plaga.
‘Le Quai de Ouistreham’ (‘En un muelle de Normandía’)
Dirección: Emmanuel Carrère. Nacionalidad: Francia. Disponibilidad: exhibición en cines.
El escritor de El adversario o Una novela rusa vuelve a ponerse detrás de la cámara, en esta ocasión para adaptar un libro ajeno: Le Quai de Ouistreham. La periodista y ensayista Florence Aubenas pasó meses trabajando en el feminizado sector de la limpieza para documentar su nuevo trabajo. La autora se introducía en este mundo de empleos precarios, hechos a cambio de pagas esmirriadas y sin horizontes de seguridad, que la crisis económica de 2008 parece habernos legado como un problema supuestamente irresoluble.
Emmanuel Carrère ha contado con una estrella como Juliette Binoche para encarnar el alter ego fílmico de Aubenas. Nos ofrece un drama social con elementos convencionales de concienciación de la audiencia a través de la visibilización de trabajos durísimos y de vidas marcadas por la incertidumbre. A la vez, Carrère y compañera parecen dirigirnos algunas preguntas incómodas sobre la capacidad de los artistas con buena posición socioeconómica de ejercer de portavoces de grupos humanos que quizás tienen demasiado lejos. En un muelle de Normandía acaba siendo un intento peculiar de afirmar y a la vez cuestionar la utilidad del drama social cinematográfico… y la experiencia (de empatía y de compasión, pero también de impotencia) que este proporciona al público.